no creo que pueda haber tiempo libre si no tenemos la referencia opuesta, "tiempo atado". Es cierto que no hay mayor angustia que la de sentir la impotencia de no encontrar el espacio para algo que se anhela ( esa hora de un baño con burbujas, tiempo para hacer un pastel, días para pasarlos en otra parte), pero creo que me horrorizarían más los días y las horas por delante, sin límite.
Estuve de baja unos meses y terminé abandonándolo todo: leí menos que cuando voy a topoe de trabajo, dejaba todo para la tarde ( enganchada al ordenador toda la mañana) y luego para el día siguiente; había días que me quitaba el pijama ¡para ponerme otro antes de acostarme!. Cierto que "tempus fugit", por eso se escribía en los relojes, para recordarlo, pero para eso hay relojes.
Y entonces, sí. El placer es perder el tiempo, romper con el horario, dejar que pasen las horas en una terraza de verano, hablando...
|