deseos de año nuevo
A principios de año una se hace muchos propósitos. De alguna manera soy consciente de que la mitad de ellos los recuperaré para el año siguiente. Y sí, también que los que consiga no serán exactamente como había imaginado. El inconformismo puede llegar a ser muy peligroso.
Este año tuve varias ideas. La primera (que sea dicho de paso me persigue des de que tenia catorce o quince años) era dejar de morderme las uñas. Diez años más tarde sigo intentándolo.
También pensé en encontrar piso, en aprender a disfrutar de mis pequeños logros y sobretodo, a tener una perspectiva un poco más positiva de la vida. A grandes rasgos te diré que conseguí poco de mi carta (como ves lo del pesimismo aún no).En fin, no me consuela en absoluto, pero sabía que volvería a ser así.
Ja, ja, debes pensar que estoy un poco mal de la cabeza. ¿Por qué hablar de deseos de año nuevo a estas alturas? ¡Pues precisamente por eso! Nos adentramos sin remedio al mes seis: junio. Paradójicamente mi santo en los primeros días. Sinceramente, algo me empuja a hacer un balance de la situación. ¿Cómo vamos? ¿Llegaremos (mi ideal de yo y yo) a encontrarnos? ¿Será suficiente?