amistad
Siempre es importante saber con quien se puede contar. Los humanos tenemos una extraña capacidad para percibir una conexión en el aire con aquellas pocas personas con las que conseguimos conectar.
sé que piensas lo que yo.
Cuando el tiempo apremia y la distancia pone exceso de arena en el camino puede parecer que la amistad enferma, se distorsiona e incluso que desaparece. Quizá tan solo efectos de vivir en el oasis. Pasan los días, las lluvias y algunas tristezas, fracasos personales y de historias comunes y propias de cada uno de nosotros... pero siempre acabamos por volver dónde estuvimos.
ese momento en el que algo hizo que supieras que estaba pasando.
Me acuerdo en el recuerdo y en el presente de una amiga mía que con la valentía inconsciente que la juventud aun nos otorga aprovechó su momento para aprender de nuevo a respirar.
Pienso en quien herido y cansado de ver cicatrices sin curar vuelve a abrir los ojos e intenta encontrar de nuevo lo más parecido a la felicidad.
De pronto me doy cuenta que no me ha ido tan mal. Pocas son las personas que se cruzan en el destino y te recuerdan que no puedes perder las ganas de caminar.
Saboreo una y otra vez imágenes compartidas que nunca rechazarán la magia de la vida, olores intensos se apoderan de mi mente y mis ojos se humedecen pensando en todo lo que aún está por llegar.
Volveremos a encontrarnos y esta vez será aún más intenso porque jugamos sabiendo las cartas que nos perdieron. Esta vez no necesitas comodín.
¿sigues ahí?
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