Confesiones
Soy esclava de mis propias paranoias porqué aunque no lo fuesen al pensarlas me torturo hasta enfermar de rabia, de soledad, de incomprensión…
Sé que pocos me entienden y aunque a veces eso me hace sentir especial, casi todas las veces acaba resultando agotador. Es esa sensación punzante en el estómago y los ojos rojos de ira contra uno mismo por saberse tan absurdo y patético en la oscuridad de uno mismo.
He buscado ayuda. Imagino que porqué temí acabar por perderlo todo, a todo más que a mi misma, incluso.
He comprado ropa de colores y casi siempre consigo irme a dormir con el piso más o menos ordenado.
Intento cuidar del olivo que sobrevive en mi balcón y cuando llego a casa me siento con Nina en el sofá. La dejo mimarme mientras yo la observo.
Poco a poco me dicen todos. Debe ser cierto pero me cuesta tanto ir despacio y saborear los momentos hasta que no pasaron…
Poco a poco… permitiendo que las cosas, por breves, efímeras o fáciles que sean… puedan ser.