No quiero...
Regresamos juntos a otro lugar aunque vinimos del mismo.
Creo que nos vimos hace poco y aún así seguimos redescubriendo nuestras miradas a cada encuentro.
Me gustaría que confiaras en mi, saber que sientes que puedes contar conmigo. Tener la certeza de que sabes reconocerme como alguien que no sólo te habla.
Soy consciente que pocas veces te dejas llevar por las palabras pero aún así, me gustaría que esa fuerza extraña con la que nos arrancarnos sonrisas en los momentos menos llevaderos, se apoderase de nosotros de vez en cuando.
Me gustaría que la confianza nos llevara a la locura, que nos invadiera la alegría y se apoderase por momentos de nuestra cordura. Que los pequeños momentos fueran lo más importante y que ese colage de recuerdos de imágenes, de olores y silencios nos fuera haciendo fuertes
Que el cansancio, que el día a día y las rutinas no se coman lo que tenemos. Que nos dediquemos tiempo, el necesario para no perdernos.
No te preocupes, extiende las alas. Ahora ya aprendí que después del vuelo sigues ahí. Imagino que ambos necesitamos que sea así, al menos en parte, y tú de un modo más evidente que yo. De todas formas siempre pensé que era la única manera de poder hacerse a uno mismo y de que compartamos eso que nos hace diferentes
brujos, hechiceros o marcianos, según se mire.
Y si, tienes razón, a veces me desconciertas. Pero imagino que yo a ti también. Quizá esa es parte de nuestra riqueza
el perdernos y reencontrarnos de nuevo, una y otra vez.
Sólo espero que no cerremos nunca esa espiral, que encontremos algún sendero tranquilo y podamos relajarnos y descansar. Necesito absorber ese aire fresco que invade a tiempo nuestra boca
tomar tiempo, mirarnos y volver a caminar. No quiero volver al mismo lugar.