memeces
Dime una cosa: ¿qué es lo primero que piensas cuando abres los ojos?
La verdad es que no recuerdo si me había parado a pensar en esto antes, pero hoy, hace unos minutos, me he dado cuenta de que la mayor parte del día la paso intentando resolver enigmas cotidianos
y sí, eso incluye rompecabezas sobre cualquier tema que se te pueda pasar por la cabeza en este mismo instante, por mundano que sea.
Mi abuelo, sabio cómo suelen presumir de serlo la mayoría de ellos, me decía que aprendiera a descansar, que de tanto en tanto practicara la mente en blanco. Debió ser que las ganas de soñar invadían con demasiada frecuencia mi mirada y eso, adivinaba él, de mayor podía traerme problemas. Más, cuando parece que para hacerse mayor debamos dejar en el olvido cómo ilusionarse por lo que algunos llaman memeces. De todas formas, que yo recuerde, él nunca lo hizo.
No señor, yo tampoco me rindo. No pienso dejar que los pajaritos que sobrevuelan mi cabeza se muden, ni que mis lágrimas se sequen, ni voy a creer que los fracasos, las desilusiones o, simplemente, lo que no es como había planeado para mi pequeño mundo deje de serlo para siempre.
En la primera mirada del día aparece casi siempre mi gata. Si no fuera porqué ya hace un par de años que vivimos juntas pensaría que le gusta que me levante pronto para ocupar mi trocito de cama.
Este fin de semana me voy a la playa y se quedará sola en casa. Seguro que aprovecha para afilarse las uñas en el sofá, subirse a las estanterías a tirar los pendientes que dejo por ahí sueltos, y dormir en el plato de la ducha. Quizá va siendo hora de que aprenda algo de todo esto...
Me levantaré temprano para dejarme absorber por los primeros rayos de sol, me bañaré sin hacer la digestión, sonreiré mirando al cielo mientras pienso en el contraste de la situación... tú tendrás la luna y yo y a mi me tendrá el sol... Y sí, te mandaré un beso para volver a ser yo. No voy a pensar en todo lo que queda sino en los que nos queda (por hacer, por sentir, por vivir...).
Nina, mi gata, es feliz con poco, y sabes, creo que yo también voy a serlo
porqué como decía antes, aún tengo ingenuidad suficiente para creer en ciertas
memeces;) y sí, pronto volveré a contagiarte de ellas...